Después de leer este artículo no volverás a desechar las cáscaras de mandarina.
La mandarina es un cítrico que enamora a todos con su refrescante sabor y aroma dulce y delicioso. Esta fruta tropical de apariencia ovalada y achatada que su piel tanto en color, textura y brillo es muy similar a una naranja es muy fácil de pelar, siendo en fresco la forma más común de consumirla pues de esta manera se puede disfrutar todo el jugo que se encuentra en su pulpa la cual se puede consumir sola, hacer bebidas refrescantes o aprovechar su zumo para hacer postres, salsas y demás preparaciones dulces o saladas.
Para comer una deliciosa mandarina lo primero que se hace es pelarla y quienes son más quisquillosos también le quitan las hebras blancas que son un poco amargas, pero lo que muchos no saben, es que la corteza que retiramos siempre las desechamos desaprovechando una parte de la fruta con la que podemos hacer infusiones, decorar postres, cócteles, entre otros. Acompáñanos en este artículo donde además de hablar de las propiedades de la mandarina te mostramos las diferentes maneras de aprovechar la cáscara y evitar que terminen en la basura.
EMPEZÁ POR CUIDAR LA CÁSCARA
Los usos que le podemos dar a la mandarina en la cocina son múltiples, por ejemplo, con el jugo de sus gajos se prepara platos salados de pescado o cerdo, ensaladas, mermeladas, jugos, frappé, cócteles y postres como en tartas o helados.
Si vas a emplear tu mandarina para estas preparaciones, aprovechá también su cáscara, para esto empezá por lavarla muy bien su piel antes de pelarla, ya que de esta forma removemos todos los pesticidas o suciedad que pueda adquirir durante su recolección, transporte o manipulación en el punto de venta. Igualmente se sugiere raspar el lado interno blanco de las cáscaras ya que esta parte es un poco amarga y puede llegar a afectar el sabor de la preparación a la que las agregues.
Con 3 sencillos pasos te decimos cómo pelar adecuadamente una mandarina para que no tengas un montón de pequeños pedacitos que solo harán desorden en la cocina.
- Lo bueno de esta fruta es que es fácil de pelar, no necesitarás otro utensilio diferente a tus manos, por eso empezá por introducir el pulgar en el centro superior de la mandarina y metiendo tu debo debajo de la cáscara.
- Comenzá a pelarla hacia afuera con cuidado de no romper mucho la cáscara tratando de formar cuatro o cinco “pétalos”
- Una vez los cuatro pétalos estén por la mitad de la mandarina, pasá tu pulgar alrededor de la mitad inferior para aflojar el otro centro inferior y retirar toda la cáscara en una sola pieza.
- Por último, tené cuidado de no perforar o hacer leves cortes a la cáscara, ya que esto liberará los aceites que se oxidan con la exposición al aire.
USOS DE LA CÁSCARA DE MANDARINA
Con el fin de aprovechar los alimentos en su totalidad y minimizar la cantidad de basura que se genera en casa, te mostramos 3 increíbles ideas que podés hacer con la cáscara de mandarina.
INFUSIÓN DE CÁSCARA DE MANDARINA
Si te gustá sorprender a todos en casa con bebidas refrescantes y que se puedan disfrutar en cualquier época del año, quizá tenés que guardar las cáscaras de mandarina la próxima vez que te comas una, ya que con ellas podés preparar una deliciosa infusión.
Su preparación es muy sencilla, solo tenés que poner a secar unos 15 días antes las cáscaras de mandarina, hervir medio litro de agua y añadirlas allí para y dejar que se concentre bien su aroma y sabor por unos 10 o 15 minutos, retirá con el colador los residuos de cáscara y añadí tu endulzante favorito; así de fácil y rápido tenés una bebida deliciosa con todo el sabor y la fragancia de la mandarina.
FUERA DE LA COCINA
Las cáscaras de mandarina también tiene su función fuera de la cocina siendo un increíble y natural truco casero como eliminador de olores. Crear en casa este aromatizante de ambientes es muy fácil, basta con poner varias cáscaras de mandarina a hervir e inmediatamente tu casa quedará con un delicioso y cítrico olor, pero si lo que necesitás es perfumar un lugar en específico podés poner las cáscaras secas en una bolsita y guardarla en el especio que deseas refrescar como en el baño, armario, gavetas, cajones, etc.
ELEMENTO DECORATIVO
La mejor forma de sorprender a tus comensales en casa es incluir en tus preparaciones unas finas tiras de cáscara de mandarina fresca como elementos decorativos en postres, tortas, bebidas y cócteles sin alcohol. No solo impactaran visualmente tu plato, sino que también le aportan el dulce y cítrico sabor de la mandarina.
COMPOST
Otra gran opción es hacer compost con las cáscaras sobrantes, que es el proceso de transformación natural de los residuos orgánicos mediante la oxidación convirtiéndose en abono rico en nutrientes para fertilizar la tierra, para hacer esto es necesario que pongas a secar unos días las cáscaras frescas y cortarlas en trozos muy pequeños. La ventaja de agregarlas a tu compost es que el olor de los cítricos mantiene lejos plagas y otros animales.
CÁSCARA SECA, UN INGREDIENTE EXQUISITO
El uso y el aprovechamiento de la cáscara de mandarina no es un tema reciente, pues es un ingrediente que desde hace cientos de años se emplea en la cocina china para la elaboración de platos dulces, salados y tés. La cáscara de mandarina ya sea madura o no, se seca al sol y se almacena por varias semanas, meses e incluso años donde las más antiguas son muy valiosas llegando a costar grandes sumas de dinero.
Tal vez al verlas envejecidas, poco apetitosas y con un tono oscuro te preguntarás por qué son tan valiosas y es porque en las cáscaras maduradas los aromas y sabores son más intensos y esto es porque después de retirar la piel de la mandarina, esta se seca al sol y se almacena para que el aceite esencial de la piel comience a disiparse y penetrar en toda su superficie, liberando un perfume suave y cuanto más tiempo dure el almacenamiento su sabor será más profundo y sutilmente dulce al igual que el aumento en las sustancias antioxidantes conocida como flavonoides.
Recetas con frutas citricas
¿CÓMO COCINAR CON LA CÁSCARA?
La cocina asiática tienen una gran trayectoria en cuanto al uso y cocción con la cáscara de mandarina se refiere, pues este ingrediente ayuda a darle un sabor y fragancia afrutada en recetas que necesitan balancear sabores fuertes como en platos con carne de caza o pescados y mariscos. Por eso si querés explorar un poco la cocción con cáscara, acá te contamos cómo hacerlo.
1. Por lo general la cocción con cáscaras de mandarina secas se agregan en platos salados al que se le quiera añadir un toque aromático teniendo como resultado un sabor agridulce. Por ejemplo, podés reemplazar el jugo de cualquier receta por unas cuantas tiras de cáscaras que igual impregnarán su sabor durante su cocción.
2. Algunas preparaciones requieren que las cáscaras se remojen en agua para rehidratarla, pero algunas preparaciones como guisos o cocciones largas a fuego lento no requieren este paso.
3. Tené en cuenta que entre más tiempo de maduración tenga la piel de la mandarina, más concentrado será el olor y sabor, por eso usá las cáscaras con moderación para no opacar el gusto de los otros ingredientes de la preparación, un trozo pequeño de cáscara seca será suficiente para una receta en olla para cuatro personas.
ALMACENAMIENTO DE LAS CÁSCARAS
En cuanto al almacenamiento no tenés que preocuparte ya que no hay necesidad de refrigerarla o congelarla, basta con guardarlas en un recipiente hermético y dejarlas en un lugar seco y oscuro, de esta manera la cáscara guardará su aroma y sabor por bastante tiempo, esperando el momento en que decidás utilizarla.
Los platos ya preparados que contengan cáscara de mandarina si tenés que manejarlo como lo harías como con cualquier preparación con sobras que vayas a guardar, si es en la misma olla o en la heladera, pero tené en cuenta que cualquier alimento ya cocinado se debe consumir lo más pronto posible.
FUENTES:
https://guide.michelin.com/sg/en/article/dining-in/ingredient-tangerine-peel