Recetas Caseras

11 salsas caseras que podés preparar con pocos ingredientes

¡Qué ricas son las salsas para darle sabor a la comida! Te dejamos unas cuantas ideas para que las hagas en casa.

Te recomendamos 11 salsas de todo tipo para darle sabor a tus platos y postres favoritos. ;


En el universo de la cocina, el planeta de las salsas es un mundo gigantesco repleto de historias fascinantes. Cada región y cada país tiene sus propias tradiciones para acompañar los platos con todo tipo de sabores y salsas caseras. ;

Pero es en Francia en el siglo XIX ;donde se acuñó el concepto de ?salsas madre?, cuando el chef Marie ;Antonine ;Carême ;se refirió a las cuatro salsas que utilizaba: bechamel, velouté, española y de tomate. Su característica principal es que van bien con todo tipo de platos. La salsa holandesa y la mayonesa, un tiempo después, se unieron a esta familia. ;

Algunas han tenido variaciones a lo largo de los años, acomodándose a la cocina casera para facilitar la vida de los que no son expertos culinarios, además de ser la base de una inmensa cantidad de salsas que nacieron en las siguientes décadas. ;

En Recetas Nestlé® ;decidimos rescatar algunas ideas de salsas caseras de todos los sabores, siempre teniendo en cuenta que se puedan hacer con pocos ingredientes. ;

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Salsas picantes ;

Empezamos con esas salsas que despiertan todos los sentidos. Para gustos están los sabores, dice el refrán, y lo picante es una muestra de esto. Hay quienes adoran picarse hasta llorar y no poder hablar, mientras que algunos prefieren únicamente una pizca para deleitar sus papilas. Otros evitan a toda costa cualquier señal picante. ;

Lo bueno de estas preparaciones en casa es que ;podés ;elegir el nivel que ;querés, dependiendo del tipo de chile y la cantidad a utilizar. ;

Ají criollo ;

Empezamos este viaje en América Latina con un ají muy común en la región andina y que se utiliza en todo tipo de comidas, desde empanadas y arepas, hasta sopas, papas y carnes. Además, una vez preparado puede durar varios días en la ;heladera ;sin que se dañe. ;

Como tiene un buen sabor que complementa el picante, también es común encontrar variaciones que no van a dejar ardiendo tu boca. Si ;sos ;más fanático del sabor que del picante, simplemente ;podés ;retirar las semillas de los chiles, que pueden ser de cualquier tipo. Con el ají criollo funcionan jalapeños, chiles rojos, habaneros, chile coreano o ají amarillo. ;

Triturá ;en la licuadora los chiles (te recomendamos empezar con cuatro), tres dientes de ajo y ½ manojo de cilantro con ½ taza de agua y el jugo de ½ limón. Después añadí cebolla picada y sal al gusto. ;

Incluso, si ;querés ;darle un toque ácido para deleitar a tus amigos o familiares, un poco de limón o vinagre queda delicioso. Para mantener viva la tradición, ;servilo ;con una cuchara de madera. ;

Salsa picante agridulce ;

Un clásico asiático que se utiliza sobre todo en China, Vietnam, las Filipinas y Tailandia, que va de maravilla con unos ;arrolladitos ;primavera o unas albóndigas. Además, luce muy bien en el plato por ese color intenso que también sirve para decorar y provocar a cualquiera. ;

En cuanto al sabor, el juego de contrastes en esta salsa casera es una maravilla. La parte dulce, que se puede hacer con azúcar o miel, baila en el paladar con el picante y ese toque ácido que le entrega el vinagre. Un ;ballet ;asiático exquisito para tus papilas. ;

En una olla a fuego lento ;revolvé ;hasta que se disuelvan ;½ taza de agua, 50g de azúcar blanca, 50g de azúcar de palma, 100ml de vinagre de arroz y una cucharadita de sal. Luego ;machacá ;dos dientes de ajo y 10g de morrón rojo. ;Añadilos ;a la mezcla. ;

Cuando ;empiece a hervir, ;apagá ;el fuego, ;revolvé ;y ;dejá ;enfriar. ;

Salsa brava ;

Si alguna vez conociste ;España y no comiste unas patatas bravas, te perdiste de una salsa estupenda que también sabe muy bien con carnes y pescados. Lo más importante es que utilices tomates rojos y ;pimiento, mientras que el chile puede ser tu preferido, aunque la receta madrileña tradicional que utilizan en las tapas es con chile cayena. ;

A fuego medio ;calentá ;tres cucharadas de aceite de oliva. ;Pelá ;una cebolla y ;cortá ;los chiles, si es cayena te recomendamos empezar con uno sólo, y ;añadilos ;a la olla. ;

Cuando la cebolla esté dorada, añadí dos cucharadas de pimentón y 700g de tomates triturados con un poco de sal. ;Revolvé ;para que la mezcla no se queme y ;dejala ;por 10 minutos a fuego medio-bajo. ;

Una vez que la ;pruebes y veas que está lista, ;llevala ;a la licuadora para que ;quede ;más suave. Por último, ;pasala ;por el colador ;antes de ;verterla ;en el recipiente. ;

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Salsas caseras dulces ;

Pasamos del picante al dulce para enfocarnos ahora en esas salsas que son perfectas para acompañar postres. ;

Salsa de naranja ;

Una salsa a partir de una fruta, que ;podés ;usar en diferentes postres, ya sea para rellenarlos, bañarlos o darles ese último toque de sabor por encima. Es sencillísimo. Únicamente necesitas dos naranjas, 1½ cucharadas de maicena, jugo de un limón, 250ml de agua y 100g de azúcar. ;

Poné a hervir el agua y el azúcar por cinco minutos. Después, añadí ;las naranjas trituradas y ;revolvé ;por otros cinco minutos. ;

Después, añadí dos cucharadas de agua a la maicena y ;ponla en la mezcla. ;Revolvé ;unos minutos y añadí el jugo de limón. ;Continuá ;revolviendo por cinco minutos o hasta que esté espesa. ;

Al final, ;podés ;pasarla por el colador o, si te gustan los pedacitos de pulpa, dejarlos en la salsa. Ya es cuestión de gustos. ; ;

Con esta salsa casera ;tenés ;dos opciones que ya depende de lo que busques. Si ;querés ;que tenga un sabor un poco amargo, licúa las naranjas con la cáscara; si preferís que sea únicamente dulce, con el jugo de las frutas te quedará bien. ; ;

Helado con salsa casera de caramelo

Salsa de caramelo ;

Esta es una de las salsas caseras más económicas por los pocos ingredientes que necesita. Si ;querés ;ahorrar dinero, esta es la solución. Nada más vas a necesitar 260g de azúcar morena, 120g de manteca y 200ml de nata. ; ;

Poné a fuego ;lento ;el azúcar, que se derrita poco a poco. Es importante que ;utilicés ;una olla o cacerola antiadherente. ;

Cuando ya tenga color caramelo, ;apagá ;el fuego y añadí la manteca cortada en dados. Cuando se derrita, ;agregá ;la nata. ; ;

Tené ;cuidado, ;ya que una vez ;que ;añadís la manteca y la nata, es posible que el caramelo salte. Lo último que ;querés ;experimentar es una quemadura con caramelo, así que ;poné ;la manteca con cuidado y ;verté ;la nata despacio. ;

Cuando tengas todos los ingredientes en la olla, prendé el fuego lento y ;revolvé ;por unos tres minutos. ; ;

Salsa de chocolate ;

¿Cómo vamos a hablar de salsas caseras con pocos ingredientes y no mencionar la de chocolate? ¡No es posible! La versión más fácil de todas es hacerla fría con dos cucharadas soperas de cacao en polvo. ; ;

En un recipiente nada más ;tenés ;que revolverlas con un poco de agua, dependiendo de qué tan espesa quieras tu salsa. ;Probala, y si ;buscás ;algo más dulce, te recomendamos añadirle miel al gusto. ;

Pasta con salmón y salsa casera bechamel

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Los clásicos más populares ;

Al principio te hablamos de las salsas madre, pero no todas son tan sencillas de hacer con pocos ingredientes. Hemos elegido tres para que también te animes a profundizar en su elaboración, sin necesidad de comprarlas ya hechas. ;

De tomate ;

Tal vez la salsa más popular del mundo. No importa el supermercado al que vayas, nunca falta la salsa de tomate. Pero te aseguramos que esta versión es más rica y saludable. ;

Únicamente ;necesitás ;entre tres y cuatro kilos de tomate, una cebolla, sal y azúcar. Pela el tomate y luego ;poné ;a sofreír la cebolla a fuego lento por unos 10 minutos. ; ;

Mientras tanto, ;cortá ;el tomate en ;cubos ;y ;añádilo ;a la olla, dejando sofreír las verduras por otros 25 minutos. ; ;

Llevalas ;a la licuadora, ;probá ;la salsa y ;añádile ;azúcar y sal al gusto. También ;podés ;usar pimienta de forma opcional. Al final ;colala ;para limpiar los pedazos de semillas. ;

Mayonesa ;

Otro gran nombre de las salsas es la mayonesa, cuyo origen no está claro si fue en España o Francia en el siglo XVIII, lo que sí es evidente es que con el paso de los siglos se encuentra en los estantes de los supermercados de todo el mundo. ;

Cuando veas lo fácil que es hacer tu propia versión casera, seguramente no volverás a comprarla. Se necesitan tres ingredientes: un huevo, 4g de sal y 200ml de aceite. ¿El tiempo que ;tardás ;haciéndola? 10 minutos. ;

Con una batidora, ;revolvé ;el huevo, la sal y la mitad del aceite, manteniendo las hojas de la batidora en el fondo del recipiente. ;

Al mezclarse ;los ingredientes, añadí la otra mitad del aceite mientras subís la batidora, para ;mezclar ;hasta que tenga la textura que ;querés. ;

Bechamel ;

El último clásico de las salsas que repasamos acá se remonta al siglo XVII en Francia. Se utiliza especialmente en pastas como la lasaña o los canelones, aunque también queda muy bien con el pollo. Como contiene leche, los intolerantes a la lactosa no la pueden consumir. Pero hay una solución: se puede remplazar con leche de soja, almendras o arroz. ;

Calentá ;un litro de leche en una olla. En otra, derretí 40g de mantequilla con 40ml de aceite de oliva. ;

Cuando se derrita, añadí 80g de harina y ;revolvé ;hasta que ;se ;forme ;una mezcla. ;Cuando ;veas que ya se ;ha ;mezclado todo, debes añadir la leche lentamente, sin dejar de revolver para evitar una textura grumosa. ;

Rallá ;0.5cc de nueces y ;añadile ;sal al gusto. No dejes de revolver por 10 minutos, hasta que quede la textura que ;buscás. ;

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Cómo conservar tus salsas caseras ;

A diferencia de lo que conseguís en el supermercado, estas salsas caseras no tienen aditivos ni conservantes, por lo que es importante tener en cuenta cómo guardarlas para que no se dañen. ;Tené ;cuidado, en especial, con las que tienen huevo o algún lácteo, ya que, incluso dejándolas en la heladera, después de una semana estará podrida. ;

Algo similar sucede con las que preparaste con frutas. Es fundamental que las guardes en la ;heladera, ya que los azúcares que tienen son un territorio ideal para que crezcan microorganismos. Al igual que las anteriores, tras una semana en la ;heladera ;podría estropearse. ;

La mejor opción es congelarlas o guardarlas al vacío, de este modo no tendrás que preocuparte por su conservación. ;

Por otro lado, las que tengan una buena cantidad de sal y vinagre son todo lo contrario. Incluso dejándolas a temperatura ambiente pasarán días sin que se ;pudran. ;

Asegurate ;también de que el recipiente que vayas a utilizar esté perfectamente limpio. ;Podés ;reutilizarlos, pero antes de guardar la salsa casera ;volvelo ;a lavar, incluso dejándolo unos 10 minutos en agua hirviendo. ;