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Frita, hervida, en puré, sudada, gratinada y muchas otras maneras de cocinarla.
La papa es uno de los placeres más deliciosos y comunes de la cocina mundial, porque existe en muchas formas: crujientes y en cascos, cremosas y en puré y arenosas y en su forma natural. Es un alimento muy versátil en la gastronomía porque sirve de acompañamiento, de plato principal o para comer como snack a cualquier hora del día.
Hoy les contaremos todo sobre este ingrediente que nos ha acompañado desde nuestro primer recuerdo. Además, aprenderán las formas diferentes de cómo cocinarlas y cómo pueden acompañar sus platos con ellas.
¿Qué es la papa?
La papa es un tubérculo comestible que crece bajo la tierra. Existen más de 4.000 variedades de papa en todo el mundo, pero la mayor cantidad de especies se encuentran en Los Andes. Sus formas, tamaños, colores y formas varían, aunque no todas pueden ser consumidas, porque pueden ser demasiado amargas.
Otra de las características que se destaca de la papa es que se propaga de forma vegetativa, lo cual implica que es posible sembrar más plantas a partir de un pedazo del tubérculo. Su capacidad de adaptabilidad le permite crecer en diferentes condiciones climáticas y altitudes. Por ejemplo, la papa se puede sembrar desde el nivel del mar hasta los 4.700 metros de altura.
Gracias a esas cualidades, la papa es un alimento básico en muchas dietas de todo el mundo y son una fuente rica en calorías y nutrientes.
Te contamos cómo podés aprovechar las sobras de comida.
Las recetas de papa más populares
Podés preparar la papa para acompañar un estofado, una hamburguesa, un asado y una ensalada, entre otros miles de preparaciones. Para que conozcan un poco más sobre cómo cocinar este ingrediente, aquí les contamos ocho recetas para preparar la papa y disfrutar de sus sabores en todas sus formas.
- Papas al horno: la textura crujiente por dentro y por fuera de las papas al horno es su característica principal y la razón por la cual son tan apetecidas en todo el mundo. Tan solo debes hacerles cortes en la parte superior, añadís sal, pimienta y aceite de oliva y las ponés a hornear hasta que estén tiernas y doradas. Si querés también les podés añadir crema agria, queso rallado, trocitos de tocino o cebolla caramelizada.
- Papas fritas: ¿querés una hamburguesa? ¿O mejor un hot dog? ¿Qué tal un sándwich o un shawarma? Las papas fritas son un clásico que nunca va a pasar de moda. Debes cortar las papas en rodajas finas, freírlas en aceite caliente y esperar a que estén doradas y crujientes. Se pueden servir solas (apenas con unas pizcas de sal) o con salsa de tomate, mayonesa o mostaza.
- Papas hervidas: para esta receta debes cocinar las papas enteras o cortadas a la mitad en agua con sal. La textura depende del tiempo de cocción: si se cocinan por más tiempo, las papas estarán blandas, y si se cocinan poco tiempo, tendrán más consistencia.
- Puré de papa: una de las preparaciones más clásicas y deliciosas de la lista, gracias a su textura cremosa y única. Se cocina la papa en agua con sal hasta que esté tierna y luego se aplasta. Podés añadirle mantequilla, leche caliente, sal y pimienta al gusto. El sabor te encantará y lo podés usar como un acompañamiento de carnes o pescados. Foto interna:
- Papas sudadas: si te gusta acompañar la papa con una salsa o con verduras, esta es la opción ideal para ti. Las papas sudadas se deben cortar en rodajas finas y cocinarse en una sartén con mantequilla. Las cocinas a fuego medio-bajo hasta que estén tiernas y las podés acompañar en diversos platos principales.
- Hash Browns: uno de los desayunos favoritos de los niños. Son papas ralladas y fritas sazonadas con sal y pimienta. Luego, se deben presionar para eliminar el agua y se fríen en aceite hasta que queden crujientes. Podés comerlas con huevos revueltos, tocino y tostadas.
- Papas Rosti: un plato suizo clásico que consiste en papas ralladas en forma de torta y luego cocinadas a fuego lento en una sartén grande. Se pueden servir como acompañamiento en el desayuno o como guarnición en otras comidas.
- Papas gratinadas: el queso le queda bien a cualquier preparación y las papas no son la excepción. Debes cortar las papas en rodajas e intercalarlas con crema, leche, queso rallado y mantequilla. Luego, las horneas hasta que estén tiernas y el queso se haya derretido, hasta dejar una costra de color dorado. El resultado es un plato cremoso con un exterior gratinado.
Descubrí cómo arreglar la comida cuando queda salada.
OTRAS RECETAS CON PAPA:
Consejos para preparar las papas fritas perfectas
Una de las maneras más ricas de disfrutar unas papas es fritas o a la francesa. Sabemos que estas son las favoritas en todo el mundo y por eso es importante destacar algunos consejos para prepararlas desde casa.
Aquí tenés cinco consejos para preparar las papas fritas perfectas:
1. Selección de papas adecuadas: elige papas de almidón alto, como las Idaho, ya que son las mejores para obtener papas fritas crujientes por fuera y suaves por dentro. Evita las papas de almidón bajo, porque tienden a volverse blandas al freírlas.
2. Remojar en agua fría: después de picar las papas en rodajas, sumérgelas en un bowl con agua fría durante 30 minutos.
3. Secado adecuado: una vez las hayas remojado, sécalas completamente antes de que toquen el aceite. Utilizá una toalla de cocina o un papel absorbente para evitar que el aceite salpique y se dificulte el proceso de dorado.
4. Técnica de doble fritura: freír las papas dos veces es una técnica conocida. Lo ideal es freír las papas en aceite precalentado por unos 5-7 minutos hasta que estén ligeramente doradas. Retirás las papas, las dejás reposar unos minutos y luego aumentás la temperatura del aceite para volver a freír los bastones hasta que estén dorados.
5. Truco del vinagre: después de cortar las papas y sumergirlas en agua, las podés bañar con un poquito de vinagre. Eso ayudará a eliminar la humedad adicional de las papas y a obtener una textura más crujiente.
Recuerda siempre tener precaución al manipular el aceite caliente y asegúrate de freír las papas en lotes pequeños para evitar que se amontonen y se cocinen de manera desigual. Con estos consejos, podrás disfrutar de unas deliciosas papas fritas caseras.
¿Cómo debo lavar las papas?
Algo que debes hacer antes de preparar cualquier verdura, fruta o tubérculo, es lavarlo muy bien para quitarle todas las impurezas que tenga. Aquí te contamos un paso a paso de cómo lavar las papas.
- Preparación: antes de comenzar, asegúrate de tener un fregadero limpio y de lavarte las manos. Esto ayudará a evitar la contaminación cruzada durante el proceso de lavado.
- Enjuague inicial: colocá las papas bajo agua fría para enjuagar y quitar cualquier suciedad en la superficie. Esto te ayudará a eliminar los residuos sueltos o de tierra impregnados en el alimento.
- Cepillado: usa un cepillo de cocina limpio para frotar suavemente la superficie de las papas. Este paso es vital para eliminar los restos adheridos a la papa.
- Enjuague final: vuelve a colocar las papas bajo agua fría para enjuagarla y quitarle los restos que se aflojaron en el proceso del cepillado.
- Inspección: después de lavarlas, revísalas y asegúrate de que estén completamente limpias. Si encontrás un área donde la suciedad persista, repite los anteriores pasos.
- Secado: una vez las papas están completamente limpias, sécalas con papel absorbente o un paño limpio. Esto te ayudará a eliminar el exceso de humedad y evitará que se vuelvan resbaladizas al manipularlas.
FUENTES: