El origen del pavo como cena navideña | Recetas Nestlé

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El origen del pavo como cena navideña

En Recetas Nestlé® te contamos sobre el origen de la cena navideña y algunas ideas de guarniciones para que la acompañen con el mejor sabor.

En Recetas Nestlé® repasamos la historia de la cena de Navidad y algunas ideas para acompañar el plato principal 

Todos sabemos que comer bien es uno de los grandes placeres en la vida, pero con la llegada de diciembre y las fiestas en este mes, la cena navideña, con sus guarniciones y postres, es protagonista. 

¿Unos kilitos de más? El próximo año los bajamos, por ahora es momento de celebrar. Si vas a organizar una cena, acá te mostramos algunos acompañantes para el pavo, el cerdo o el plato principal que quieras preparar. 

Pero antes, te contamos la historia de cómo nació la tradición de hacer la cena de Navidad que acostumbramos a tener año tras año. 

 

¿Cómo surgió la cena navideña? 

Etiqueta P: Aunque hoy en día es bastante común en América y Europa celebrar la Navidad con una cena llena de sabor en familia, con un árbol con decoraciones colgando de sus ramas y regalos, esta es una tradición que se popularizó en el Reino Unido hace menos de 200 años. 

 

Un origen británico y real 

La BBC recuenta que fue en el siglo XIX cuando la Navidad pasó a convertirse en una tradición celebrada por una gran parte de los británicos. Se dice que su popularidad estalló en 1848, cuando se publicó una ilustración de la Reina Victoria y su familia alrededor de un árbol navideño. 

Al poco tiempo, los hogares del Reino Unido adaptaron esta misma tradición, que venía de Alemania, el país de origen del Príncipe Alberto, el esposo de la Reina. 

  Un pavo acompañado de guarniciones navideñas.

 

 Una tradición con énfasis en la familia 

Aunque en diferentes regiones del mundo se organizaban celebraciones en esta época del año debido a los cambios en el clima y en las cosechas, fue durante este mismo periodo victoriano en el Reino Unido que se empezaron a asociar los festejos con la Navidad. 

De este mismo modo, las fiestas de diciembre pasaron a ser consideradas como un espacio para estar en familia, compartiendo comidas, bebidas, canciones y regalos. Una actividad en la que todos se reunían para decorar un árbol, jugar, bailar y conversar. 

 

La llegada de la cena navideña a América 

Al igual que muchas otras tradiciones culturales que se encuentran a lo largo y ancho de nuestro continente, incluyendo una gran variedad de platos típicos, la Navidad se instaló en América como una mezcla de culturas. 

Lo curioso es que el pavo, antes de la evangelización, era un alimento que los indígenas consumían en México y Estados Unidos durante el año, incluyendo la misma época en la que se celebra la Navidad. 

Antes de la Conquista, los aztecas celebraban el solsticio de invierno, que ocurre en diciembre en el hemisferio norte, con una fiesta llamada Panquetzaliztli. Durante esta celebración era común comer pavo. 

Poco a poco, las fiestas tradicionales indígenas fueron remplazadas por la celebración navideña cristiana. Aunque no era propiamente una cena como la conocemos hoy, tenía que incluir comida. El pavo fue un alimento que se mantuvo para esta época del año. 

 

  Una familia disfrutando de una cena con guarniciones navideñas

 

El pavo: de origen americano, para la élite británica 

Entre los descubrimientos de los europeos cuando llegaron a América se encuentra el pavo, que en un comienzo fue comparado con el pavo real. Y aunque estamos hablando de tradiciones navideñas, el pavo ha estado presente en la dieta de indígenas norteamericanos desde antes. 

Sin embargo, su llegada a las mesas y celebraciones de diciembre, en un principio, fue un símbolo de riqueza, apellidos poderosos y grandes sumas de dinero. Como no existía la posibilidad de refrigerar su carne, los mejores ejemplares eran cazados y llevados a casa. 

Debido al gran tamaño de este animal y su facilidad para engordarlo antes de las festividades, se convirtió en el plato perfecto para compartir en familia, que remplazó al ganso en el Reino Unido, alrededor de una mesa con guarniciones navideñas. 

  Un pavo para una fiesta de diciembre

 

La tecnología y la ciencia lleva el pavo a toda la sociedad 

Fue hasta mediados del siglo XX que el pavo pasó de ser considerado todo un lujo navideño, a convertirse en un alimento que es consumido por millones de personas durante las fiestas de diciembre. 

  • Estudios para criar pavos: el periódico The Washington Post explica que en la segunda mitad de los años 40 se empezó a estudiar la crianza y la reproducción de los pavos. Esto llevó a la creación de nuevas empresas que se dedicaron a reproducir y cuidar pavos destinados a ser consumidos en diciembre. 
  • La bendita refrigeración: la tecnología de refrigeración significó un punto de inflexión para toda la industria gastronómica. Con la mejora de estos sistemas, fue posible guardar más pavos, por más tiempo. Como ahora había una mayor oferta, más familias podían comprarlo. 

Estas ayudas de la ciencia, sumadas a los migrantes que llegaron a América y al conocimiento que compartían algunos viajeros, expandieron el pavo como un plato fundamental en las cenas de Navidad en el continente. 

 Las ensaladas son unas guarniciones navideñas muy buenas.

 

 Guarniciones navideñas para acompañar el pavo 

Este animal totalmente americano, con el paso de los años y las migraciones terminó convirtiéndose en todo un símbolo para las cenas de diciembre, tanto navideñas como de año nuevo. Pero, usualmente, no es el único alimento en la mesa 

 

¿Qué son las guarniciones? 

La cena navideña que se adaptó en América, como ya explicamos, tiene su origen en la realeza británica. Se trataban casi de banquetes con entradas, acompañantes, bebidas, platos fuertes y postres. 

Cuando hablamos de las guarniciones nos referimos a las preparaciones que acompañan al plato principal. En este caso, nos vamos a enfocar en guarniciones navideñas para el pavo

 Las papas pueden ser guarniciones navideñas

 

Recetas de guarniciones navideñas 

Los platos que han acompañado al pavo han variado a través de los años y las familias. En el Reino Unido en el siglo XIX era común comerlo junto a una sopa de almendras, jamón de cerdo, papas o alguna ensalada. 

Con el paso de las décadas, se fueron incorporando panes dulces, cremas, arroces y pastas, cada uno con elementos propios de las regiones donde se adoptó el pavo como el plato principal de la cena navideña. 

En Recetas Nestlé® queremos darte algunas ideas de guarniciones navideñas, por eso compartimos unas cuantas recetas deliciosas para tus reuniones durante este mes de fiestas y celebraciones. 

Recetas recomendadas

El cerdo, otro plato tradicional para diciembre 

Antes de la gran popularidad que tomó el pavo como una comida navideña, y que incluso lo ha acompañado a lo largo de las décadas hasta el día de hoy en las mesas que se organizan en diciembre, está el cerdo en diferentes preparaciones: pernil, jamón, etc. 

  El jamón de cerdo también tiene una larga tradición navideña.

Desde la cabeza del cerdo como punta de lanza de todo un festín en las familias más pudientes, hasta el jamón igualmente delicioso en los hogares más humildes, es un alimento que también está relacionado con la Navidad. 

 

Guarniciones navideñas para el cerdo 

Si preferís que tus cenas y reuniones en este maravilloso mes tengan como protagonista al cerdo o, incluso, si te gusta hacer una gran cena con cerdo y pavo, tenemos otros acompañantes para sorprender a tus invitados. 

  Una familia en un almuerzo de diciembre con guarniciones navideñas.

 

Consejos para preparar y elegir las guarniciones 

  • Vale la pena ver el plato principal y los acompañantes como un equipo o un conjunto, que se complementan mutuamente y forman una buena combinación. De este modo vamos a tener una cena navideña maravillosa e inolvidable. 
  • Aprovechá los utensilios de cocina, como un rallador de cuatro caras o el pelador, para darle variedad a las formas. Los vegetales y las frutas pueden ser cortadas en rodajas, bastones, tiras cortas o tiras largas para hacer espirales, entre otras opciones. 
  • Usá los alimentos en su totalidad para decorar los platos y los vasos. Las cáscaras de limón o naranja se ven muy bien en las bebidas. Las frutas en rodajas también aportan colores. 
  • Pensá en las texturas. Si vas a preparar una crema o una ensalada, podés añadir algunos frutos secos para tener un elemento crujiente. 
  • Mezclá los sabores. Si tu plato principal es muy salado, podés pensar en una guarnición con un toque ácido o dulce. 
  • Tené en cuenta las salsas. Podés tener una salsa blanca para tu plato fuerte y una de tomate para tus guarniciones. Siguiendo con este ejemplo, evitá, entonces, tener champiñones en tu acompañante. 
  • Una buena idea es pensar en un ingrediente del plato fuerte (que no sea protagonista, como la salsa) que pueda ser usado de una forma diferente en la guarnición. Por ejemplo, si tu pavo navideño tiene dientes de ajo en su interior, podés freír la piel del ajo para decorar un arroz o una ensalada. 
  • Fijate en los métodos de cocción. Si el plato principal y el acompañante deben ser horneados, es posible que termines en un conflicto culinario. Lo mejor es que no tengas que usar la misma técnica para cocinarlos, así va a ser mucho más fácil tener toda la comida servida al mismo tiempo. 
  • Usá el tiempo a tu favor. Si tus invitados ya van a llegar y aún no tenés una guarnición, no te compliques preparando algo difícil. No olvides que estamos hablando de acompañantes, no tienen que ser complejos. Una ensalada sencilla funciona muy bien. 

Postres para cerrar la cena navideña